El tercer día del taller residencial con el consorcio Palimpsest y Estelle Jullian celebrado en abril de 2024, seguimos indagando en la historia y la cultura de los emparrados de Jerez. Miguel Revuelta como arquitecto y Juan Luis como jardinero nos habían invitado a visitar las obras que han hecho juntos. Una visita que prometía mucho pues, ambos son máximos conocedores de cómo cultivar la vid en altura para sombrear edificios.
Según afirman, sumada a otras estrategias, la instalación de emparrados ayuda a mantener estable la temperatura en el interior de las bodegas sin gastar energía eléctrica gracias a que las fachadas exteriores de las naves quedan sombreadas por la parra impidiendo en verano la radiación solar directa.La especie adecuada para este tipo de estrategia pasiva es la parra americana, ya que no da uva y crece más rápido. Los pies se siembran separados entre sí a una distancia de entre 2-3m en parterres de una dimensión aproximada de 30x40cm. La planta empieza a cubrir la calle tras 2 años de sembrado, dando sombra en verano y sol en invierno por su carácter caduco.
Una vez arraigada, los sarmientos son guiados mediante un sistema de cableado en altura para darles forma. Los cables se separan a una distancia de 50cm unos de otros. Estos serán los encargados de mantener el peso de la estructura plantar. En invierno, los tallos son podados por profesionales para no hacer morir a la planta.